Introducción

¿Puede el baloncesto ser más que un juego? En la pequeña isla de Teshima, en el mar interior de Seto, Japón, Multibasket – No One Wins invita a los visitantes a replantearse la competencia, la colaboración y la intersección entre el arte y el juego.

Creada por los artistas conceptuales Jasmina Llobet & Luis Pons para el festival de arte Setouchi Triennale, esta instalación lúdica experimenta con la forma escultórica mientras fomenta la interacción humana y crea una experiencia personal y memorable, similar a un parque infantil artístico.

Las líneas se desdibujan entre el juego y la performance, la competencia y la conexión, haciendo de cada visitante tanto un participante como un espectador.

Este artículo se basa en nuestra conversación con Jasmina Llobet & Luis Pons.

Qué es

Al avanzar por un sendero que atraviesa los campos de arroz, los visitantes se encuentran con una cancha de baloncesto de tamaño real incrustada en la ladera, con tableros y aros de un vivo color naranja en cada extremo. El tablero, cortado con la forma de Teshima, tiene seis aros que representan las localidades de la isla, lo que permite que seis personas jueguen al mismo tiempo.

La cancha no tiene líneas divisorias, y los aros están entrelazados en el centro, formando una espiral que recuerda la estructura de doble hélice del ADN. La escultura de acero integrada, una intervención artística en el paisaje, parece emerger directamente de la tierra, resaltando la relación entre el arte y la naturaleza.

Aunque los aros entrelazados impiden que se jueguen partidos normales de baloncesto, se anima a las personas a tomar uno de los balones disponibles en la zona polvorienta y lanzar desde cualquiera de los lados. El diseño fomenta el juego colectivo, desplazando el enfoque de la competencia a la experiencia compartida entre los jugadores.

La obra resalta ideas de comunicación y trabajo en equipo, ya que los jugadores deben coordinarse para no interferir con los tiros que se realizan al mismo tiempo desde el lado opuesto de la cancha. Este diseño no solo desafía la estructura convencional de una cancha de baloncesto, sino que también simboliza la conexión entre jugadores y espectadores.

Los artistas comentaron:

Queríamos que la escultura fuera funcional, lúdica y profundamente conectada con su entorno.

Contexto cultural y social

Multibasket es un reflejo del cambio en el arte contemporáneo hacia la interacción y el compromiso público. Ubicada en Teshima, esta obra resuena con el espíritu cultural de comunidad y experiencias colectivas prevalentes en la sociedad japonesa. Al invitar a una interacción lúdica de manera no competitiva, esta obra se alinea con los valores comunitarios y desafía la naturaleza típicamente competitiva del deporte.

Aunque profundamente arraigada en su contexto local, la obra también tiene un atractivo global gracias a sus temas universales de juego, colaboración y la fusión de distintas disciplinas artísticas. Simboliza un movimiento más amplio en el mundo del arte que valora la accesibilidad, la participación comunitaria y la eliminación de las fronteras tradicionales del arte, conectando con audiencias más allá de su contexto cultural inmediato. Reflexionando sobre las influencias culturales, Llobet comentó:

La idea de crear una obra que las personas pudieran usar, sin necesidad de «entenderla», estaba muy conectada con la apreciación japonesa por la experiencia y el juego.

Llobet y Pons enfatizaron la importancia del contexto en el arte público:

No nos gusta crear esculturas que se vuelvan invisibles. Las esculturas públicas deben significar algo para las personas que las ven todos los días.

En un mundo afectado por los efectos de la pandemia, los espacios públicos interactivos han adquirido un nuevo significado. Llobet reflexionó: Después de la pandemia, las personas necesitan el arte más que nunca. Necesitan obras que los unan de nuevas maneras. Los espacios públicos interactivos han adquirido un nuevo significado. Son vitales para fomentar la conexión.

El arte se encuentra con el deporte

Al combinar elementos de land art, arquitectura, diseño del paisaje y equipamientos deportivos en una única estructura integrada, Llobet y Pons cuestionan los límites tradicionales entre disciplinas artísticas.

La escultura transforma las características de un estadio deportivo familiar para adaptarlas a un propósito conceptual, integrándose de manera natural al entorno costero.

Esta reinterpretación del baloncesto rompe las dinámicas tradicionales de equipo, fomentando un espacio donde la creatividad y el trabajo en equipo toman el lugar de la competitividad, y nadie gana. Al igual que muchas de las obras expuestas en la Setouchi Triennale, esta instalación permanente nos invita a ver los espacios y estructuras públicas como intersecciones fluidas de distintos campos que dan forma a la vida colectiva.

Llobet compartió:

Lo que me gusta de esta obra es que trata más de jugar que de observar arte. Por supuesto, es una obra de arte, pero lo interesante es que puede simplemente jugarse sin necesidad de entenderla. Se trata de crear una experiencia que los visitantes recordarán, tal vez, para toda su vida.

La naturaleza interactiva de Multibasket se alinea con esculturas públicas como Alamo¹ de Tony Rosenthal, un cubo giratorio en la ciudad de Nueva York que invita al compromiso físico. Los artistas destacaron su admiración por Alamo, señalando cómo demuestra el poder de la interactividad en los espacios públicos.

Crear la escultura no estuvo exento de desafíos. Los artistas enfrentaron obstáculos tanto culturales como prácticos. Cuando colocas un objeto en un espacio público, es muy frágil, señalaron. Hay tormentas, y las personas juegan de forma muy brusca con la instalación, colgándose de los aros. Y, por supuesto, esto se rompe y se deteriora con mucha facilidad.

Aunque las dimensiones conceptuales y artísticas de la obra son cautivadoras, su accesibilidad práctica e inclusividad le añaden otra capa de significado.

Accesibilidad e inclusión

Esta instalación site-specific ejemplifica la accesibilidad en el arte gracias a su ubicación pública al aire libre y su diseño interactivo. Invita a la participación de una amplia audiencia, independientemente de su experiencia en arte o habilidades en baloncesto, fomentando un ambiente inclusivo.

Un visitante, intrigado por las seis canastas, reflexionó sobre la forma ‘correcta’ de interactuar con la instalación. Señaló que los balones disponibles estaban viejos y desinflados, lo que planteaba si los visitantes deberían traer los suyos.

La falta de una estructura competitiva en el juego promueve la inclusión, eliminando barreras de habilidad o capacidad física y fomentando una interacción más accesible para todos.

Esta obra desafía las jerarquías del deporte: el más alto o el más fuerte no siempre gana. En cambio, queríamos algo que nivelara el terreno de juego y permitiera que cualquiera tuviera éxito.

Multibasket y la revitalización de Setouchi

La base económica de Teshima gira principalmente en torno a la agricultura. La isla enfrenta un desafío demográfico, con una población en declive y envejecimiento debido a la migración de los residentes hacia áreas urbanas más grandes. Esta tendencia migratoria está llevando a una despoblación gradual de la isla, lo que, a su vez, está dejando su infraestructura envejecida y cada vez menos utilizada. Hay una notable ausencia de instalaciones recreativas y deportivas en la isla.

Llobet y Pons comentaron:

Nuestra motivación era hacer algo por esta comunidad, que está en un proceso muy fuerte de despoblación. La gente está huyendo, y nuestro objetivo era crear un símbolo que la comunidad pudiera aceptar como su propio objeto, una experiencia compartida que fomente la identificación.

Multibasket refleja la visión de la Setouchi Triennale de revitalizar áreas rurales olvidadas del mar interior de Seto a través de obras de arte ambiciosas y site-specific desde 2010. El lugar aislado pero tranquilo seleccionado para esta instalación permite a los visitantes reflexionar sobre cómo las obras de arte públicas pueden enriquecer su apreciación de un lugar en particular.

Multibasket no solo es una cancha de baloncesto exterior, sino también una plataforma informal para contemplar vistas panorámicas. Celebra el rico paisaje cultural del que ha surgido y reconecta a las personas con las culturas regionales.

Este enfoque subraya el poder del arte para transformar no solo los espacios físicos, sino también la dinámica sociocultural de una región, convirtiendo a Teshima en un modelo de rejuvenecimiento rural a través de la innovación artística.

Arte en la isla de Teshima

Teshima se está consolidando como un lugar clave para integrar arte y naturaleza. Multibasket, ubicado a solo 16 minutos a pie del Museo de Arte de Teshima², ejemplifica este compromiso al fusionar armoniosamente el arte con el paisaje natural. El Museo de Arte de Teshima ofrece un entorno único donde el arte trasciende los límites tradicionales, integrándose perfectamente con su entorno.

Mientras que el museo utiliza la genialidad arquitectónica para crear un espacio donde la naturaleza se convierte en parte integral de la experiencia artística, Multibasket invita a los visitantes a interactuar físicamente, convirtiéndolos en participantes activos en lugar de observadores pasivos. Los visitantes no solo son espectadores, sino también participantes, involucrados en un juego que enfatiza la colaboración sobre la competencia.

Sobre los artistas: Llobet & Pons

Jasmina Llobet y Luis Pons, un dúo de artistas conceptuales con sede en Barcelona, son reconocidos por sus esculturas site-specific y sus intervenciones urbanas. Su práctica colaborativa combina arquitectura, diseño y artes visuales de manera experimental, incorporando con frecuencia elementos estructurales cotidianos como canastas de baloncesto o bancos.

Obras como Multibasket surgen de una visión creativa para transformar espacios públicos en lugares para nuevas formas de interacción social y experiencias artísticas.

Llobet & Pons se inspiran en artistas como Allora & Calzadilla y Francis Alÿs, conocidos por su habilidad para combinar arte, performance e interacción pública.

Palabras finales

Llobet y Pons nos invitan a repensar las nociones tradicionales de arte e interacción, colocando la colaboración en el centro de su obra. Multibasket no es solo una versión modificada del baloncesto. Es una invitación a interactuar con el arte de una manera que redefine los límites.

En esencia, Multibasket nos invita a reinventar no solo el baloncesto, sino también las reglas por las que vivimos. Como dijeron los artistas:

Siempre se pueden cambiar las reglas. Hay infinitas posibilidades.

Mientras los visitantes lanzan balones bajo el sol e inventan nuevas reglas en Multibasket, la obra redefine la percepción del deporte, el juego y la comunidad. Llobet & Pons nos recuerdan que el arte no necesita paredes ni pedestales. Puede florecer dondequiera que las personas se reúnan y se conecten.

En un mundo cada vez más dividido, ¿Podrían intervenciones lúdicas como esta inspirarnos a redescubrir la simple alegría de colaborar? Multibasket sugiere que la respuesta no se trata de ganar o perder. Se trata de la experiencia compartida en el camino.